Hoy es el día contra la esclavitud infantil, un día para recordar que 400 millones de niños trabajan en productos que se venden en Occidente, que muchos empiezan a hacerlo a la edad que nuestros niños acuden por primera vez al colegio.

Es un buen día, tan bueno como cualquier otro, para concienciarse y evitar comprar aquellos productos que sepamos tienen mano de obra infantil detrás.
¿Por qué el 16 de abril? Ese día murió Iqbal Masih, un niño que comenzó a trabajar duramente siendo algo más pequeño que Jaime.
Nuestros hijos no saben la suerte que tienen, pero creo que nosotros deberíamos hacer que fueran conscientes cuando estén preparados.
En cuanto sean algo mayores yo les hablaré de ese niño valiente que luchó con éxito por los derechos de otros niños. Un héroe de verdad que merecería tener su propio cuento.
Era un niño esclavo paquistaní de 12 años que logró liberarse de sus «amos» y trabajó por la liberación de otros niños hasta que fue asesinado el 16 de abril de 1995, por las mafias de los fabricantes de alfombras.
Con tan solo cuatro años, Iqbal fue «cedido» a un fabricante de alfombras por su padre, a cambio de un préstamo de 600 rupias (equivalente a unos 12 dólares estadounidenses o 9 euros) que fue creciendo hasta resultar impagable.
Durante seis años, Iqbal fue obligado a realizar jornadas laborales de más de doce horas, frecuentemente encadenado al telar y golpeado si se dormía o despistaba.
En 1992, cuando tenía diez años, consiguió escapar de la fábrica, y se dedicó a denunciar la situación de esclavitud en que vivían otros muchos niños de su país, con el apoyo del sindicato Bhatta Mazdoor Mahaz («Frente de los trabajadores de ladrillos»).

Fuente: 20 minutos.